La habitación trasera tenía un escritorio con 3 sillas, una computadora con aspecto algo antiguo, pero por lo demás bastante normal y lo que parecían ser cámaras fotográficas de muchos tipos, además había algo parecido a una pecera del tama?o de una persona grande, llena de agua con un tono celeste.
La mayor parte del proceso fue, como uno esperaría, bastante papeleo, impresión de manos completas, pies, lengua, escaneo de retina y por supuesto foto... sí, fueron minuciosos, pero al menos le dejaron escoger la mejor foto en vez de solo escoger la más fea.
“Bueno, y casi terminamos, solo nos falta una imagen ósea, la impresión del alma y la muestra eterica, para eso necesitaré que entres en el tanque de gel... ammm ahora que lo pienso... ?Respiras oxígeno, verdad?”
Juan se acercó con gran curiosidad a la pecera y mientras tanteaba el gel dijo: “Sí, pero estoy bastante seguro de que se necesita más que solo oxígeno para que pueda respirar.”
El gel tenía un frescor agradable y algo que no podía describir como algo que no fuera magia, similar a un movimiento, pero quieto, no parecía pesar, pero sentía una especie de peso cuando lo levantaba y aunque goteaba entre sus dedos de vuelta al tanque, la gravedad pareciera ser más una sugerencia que una ley para esta cosa.
Sin perder el tiempo, Sisco empezó a sacar papeles de su maletín y confirmar que era seguro para los humanos.
Siguiendo las instrucciones, Juan entró al tanque. Pensó que le costaría respirar, pero fuera de un inofensivo frescor que recorría el interior de su pecho, fue difícil diferenciarlo del aire. Lo que sí fue realmente notorio fue la sensación de ingravidez: estaba flotando horizontalmente en medio del gel, pero no sentía gravedad por ninguna parte. Al principio fue desorientador, pero después de eso se volvió relajante. Puede que se haya quedado dormido, o tal vez solo perdió la noción del tiempo, pero lo que sí sabía era que estaba reacio a salir una vez que terminó el proceso.
Curiosamente, el gel que goteaba de su cuerpo una vez lograron sacarlo del tanque volvía directamente hacia este, y la leve sensación de humedad fue absorbida por su propio cuerpo rápidamente.
“Bueno, ya que tenemos todos los datos, es hora de que elijas tu cristal de identidad. Por lo que Sisco me dijo, él ya te explicó el acuerdo de subsidio y lo básico sobre los cristales, ?correcto?”
“Sí.”
“Bien, entonces sígueme por acá.”
...
Después de un par de horas, Juan salió del registro sibil junta a Sisco y con un hermoso cristal en su mano. Si bien estaba tallado, la diferencia entre sus caras aún le daba el aspecto de un cristal natural, como el que puedes encontrar al interior de una geoda, pero este tenía una morfología algo más plana. Tenía el tama?o de una tecla del clásico interruptor eléctrico.
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Tenía un degradé que iba de un azul turquesa a un verde chartreuse y con motas brillantes que iban del amarillo al naranja. Todos los colores se movían y mezclaban al interior del cristal, pero de alguna forma las proporciones de color permanecían inalteradas.
Por el lado práctico, escogió un cristal con muchas características que le parecieron útiles.
Primero que nada, estaba el encapsulado. Al morir, el cristal absorbe el cuerpo, lo que impide que se da?e más de lo necesario como da?o colateral y facilita mucho mover el cuerpo completo de vuelta a la ciudad más cercana. Esto también reducía enormemente la pérdida de equipo.
Luego estaba la función de baliza. Una vez que el due?o muere, el cristal empieza a emitir una se?al que abarca alrededor de 2 kilómetros a la redonda dependiendo de factores ambientales, lo que facilita encontrarlo y recuperarlo.
La mejora más cara fue el campo de fuerza de emergencia. Este es un escudo mágico que puede soportar la desintegración durante 1 minuto y se recarga con el maná ambiental a lo largo de 5 días. Si bien los cristales por naturaleza son casi indestructibles, solo los materiales que se autorreparan lo suficientemente rápido pueden soportar la desintegración. Aunque los cristales de identidad se reparen solos con la energía del usuario por naturaleza, este proceso puede tomar semanas. Juan eligió esto debido a que había bestias de alto nivel que tenían golpes con características de desintegración, y en niveles más altos incluso rayos de desintegración que podían durar hasta 10 segundos.
Por último, estaba una característica que consideró completamente indispensable para su futuro: el enlace tecnomágico. Este le permitirá enlazar sus aparatos tecnológicos con su sistema. Si bien estaba pensado para mejorar el funcionamiento de los implantes, rápidamente entendió que prácticamente le permitiría comprar un PC y usar su sistema como pantalla, mouse y teclado. Del mismo modo, podría hacerlo con un teléfono si lo conseguía.
Pero eso tendría que esperar un día o dos, ahora mismo estaban entrando al banco que estaba al lado del registro sibil. Era un edificio cuyo exterior parecía estar completamente compuesto por cristales, no vidrio, sino cristales, formaciones naturales semitransparentes que daban la sensación de estar ingresando a una cueva de fantasía.
La puerta era un enorme prisma de base hexagonal con cavidades del tama?o de una enorme persona y que rotaba formando una puerta giratoria.
Al cruzarla, Sisco y Juan se encontraron en un hall de acceso donde haces de luz de todos los colores que puedas imaginar se mezclaban y reflejaban, pero de alguna manera estaban lo suficientemente organizados para definir el espacio.
Había varios seres uniformados, por lo que Juan los reconoció como guardias, una de ellas, que Juan solo podría describir como una lámpara de pie animada, se les acercó.
Sisco le mostró su identificación de asistente social y la lámpara los dirigió muy amablemente a una hilera de 4 cristales opacos que brotaban del piso. El tutor apoyó una de sus ramas en el cristal más cercano y luego de un segundo se empezó a generar un peque?o cristal en la parte superior, el cual le pasó a Juan.
“Con esto nos llamarán cuando sea nuestro turno, mientras tanto, en el parque de al frente hay una feria de carritos de comida, yo invito esta vez."
Dijo Sisco conduciendo a Juan al parque.